dilluns, de juny 05, 2006

Los días no pasan solos

Dormir durante todo el día, infeliz terapia. Tratar de convertirse en planta y olvidar-se de la fotosíntesis. Hacerse el muerto sin funeral. Dormir durante todo el día.
Levantarse por si acaso. Porque a veces uno no quiere dormir más. O porque uno se cansa de descansar. O porque se cansa a secas.
Andar (por las mismas calles, blabla) y casi perderse. Acabar donde siempre y empezar de nuevo con lo mismo.
Rutina aburrida que ya no aporta nada. Domingo doble sin hielo. Dolor de cabeza sin resaca. Aburrimiento sin tiempo que perder. Y tantas cosas por hacer y tan pocas ganas de hacerlas.
Y perder el tiempo charlando de todo sin decir nada.
Hacerse el filósofo y quedar en sofista.
Quedar, permanecer. Y luego pasar. El día entero pasar.
Porque los días no pasan solos.

2 comentaris:

Anònim ha dit...

A veces los días deben ser engullidos como una pastilla amarga sin vaso de agua.

mauriç ha dit...

a falta de agua, bueno es el wiskey ;)