dimecres, d’agost 16, 2006

Hablar, callar.

Hay gente que tiene la capacidad de conversar con alguien sin necesidad de compartir un interés común, o un tema de conversación que pueda servir de hilo conductor y elemento central de la charla. Yo nunca he tenido esa habilidad, pero he tenido suerte en esta nueva etapa. Puedo hablar de cine con la chica del videoclub del lado, tan mona ella, tan parecida a Ivonka. Puedo hablar de literatura con la hermana de la encargada o comentar con su hijo las batallitas y las miradas con las clientas o las amigas. Incluso hay por las mañanas una friki del carajo de las de primera generación, de las que ahora tiene treintaypocos. Con la mujer que acaba de volver ahora de vacaciones no tengo muchos intereses comunes pero ella, lo mismo que el hijo de la encargada, si sabe hacer agradable el hablar aunque no sepas muy bien ni sobre qué.
Y cuando viene el señor de la encargada me limito a callar y observarle. A escuchar. No es que sea muy mayor, es que es un señor con mayúsculas. De esos de los que quedan pocos porque nunca han habido muchos. De los que intentan alegrar el día a todo el mundo sin renunciar a la compostura ni la dignidad. Sin chistes fáciles o muecas ridículas, sino buscando la palabra, el gesto adecuado. Y se nota que le pone empeño. Para él es importante que la gente que le importa esté bien. Y ese esfuerzo surte efecto, lo veo en sus caras.
Respecto a mi encargada me hizo gracia que se definiera como "una encargada enrollada". No porque no lo sea, que lo es, sino porque me parece que más bien se podría definir como "encargada curranta". Es de las que se gana a los trabajadores trabajando más horas que ellos si es preciso, y currando lo que haga falta. Y además es enrollada.

Ayer llovía al otro lado del cristal y el sofá parecía el paraíso. Estoy cansado últimamente pero a veces uno necesita notar que puede aprender, que mejora, que crece cada día. Aunque sólo sea llevando una bandeja o un café con mayor soltura. Aunque sólo sea tratando de encontrar el modo de dar conversación a un cliente, o saber cuando callar para escuchar.
No consigo sacar conversaciones de la nada.
Tendré que ir ampliando los intereses.

3 comentaris:

Anònim ha dit...

Ole! Cansat però alegre! ya era hora no? Hasta m'has contestat el comentari...no hauria d'haver renunciat al cinisme... ;P
L'últim paragraf (sobretot la última linia) me fan pensar k pronte canviaras la firma odiosa de: "he canviado pero sigo igual" o algo xines
A vere si dins les novetats hi entra respondre meils o escriure mis!
bexitos
Núria

Anònim ha dit...

Mei dixat d contemplar el canvi de k pots portar una bandeja jejeje! segur k quan te caigui te caurà sobre una xiqueta guapa... ;P
Núria

Anònim ha dit...

Ole! Cansat però alegre! ya era hora no? Hasta m'has contestat el comentari...no hauria d'haver renunciat al cinisme... ;P
L'últim paragraf (sobretot la última linia) me fan pensar k pronte canviaras la firma odiosa de: "he canviado pero sigo igual" o algo xines
A vere si dins les novetats hi entra respondre meils o escriure mis!
bexitos
Núria