dimecres, de novembre 15, 2006

La Tª del Primer Retrete

Aunque pueda parecer un poco escatológico me parece de lo más adecuado dedicar el título de éste post a su insipador: el primer retrete de los servicios de la uab. El primero desde la puerta, se entiende.
Todo empezó el otro día (todo empieza un otro día o este mismo día, no hay más) cuando sentí una apremiante necesidad de desahogarme no-sexualmente (para eso dispongo de otras soluciones) así que me dirigí al w.c. de la uab. Al entrar me dí cuenta de que sólo estaban libres el primer y el tercer retrete de cuatro así que pensé "el primero debe estar guarríssimo ya que debe ser dónde va todo el mundo cuando tiene un apretón", así que me dirigí al tercero, que encontré hecho una porquería. Tras ver el estado del tercer retrete decidí pegar un ojo al primero que, para mi sorpresa, estaba impoluto. Justo cuando yo me introducía en el cúbil otro chico entró y esquivó directamente, antes siquiera de comprovar las disponibilidades, el primer retrete que yo acababa de ocupar.

Y entonces me dí cuenta. Probablemente durante toda la mañana la gente había estado evitando esa puerta por creer que, al ser la primera, sería la más usada. Del mismo modo en que a veces el último vagón está más lleno que el primero porque todo el mundo piensa que si andas hasta el final habrá menos gente, porque los demás no lo habrán hecho.
Como cuando hay más tráfico a horas intempestivas que a las normales porque todo el mundo sale a horas intempestivas para evitar el tráfico.


Darle la vuelta, saber cómo piensan los demás para poder predecir sus actos y aprovecharlo para encontrar el mejor momento, el mejor lugar. Y además hacerlo con comodidad, entrando en el primer retrete, el primer vagón, a la teórica hora punta.
Como si estuvieras jugando al ajedrez contra una masa de peones. Sin dejar de ser un peón, pero un peón que piensa antes de mover que no es poco.
Zwichenzug, zugzwang, seguir jugando.
Tal vez ganar.

Sucumbir a la filosofía de lababo. Ya lo ven, ni siquiera yo puedo nutrirme únicamente de filosofía de bar.


Algún día regresaré a mi filosofía de columpio.

Pórtense mal y pasenlo bien!

1 comentari:

Anònim ha dit...

Me gusta, me gusta...la filosofia de retrete.
El problema es que pienses que el otro ha pensado ya que tu pensaste que él habia pensado que el primer retrete era el más limpio...