dissabte, de juliol 15, 2006

Personas y Personajes

No creo que sea ninguna novedad que los escritores (es decir, los que escribimos, nos dediquemos a esto profesionalmente o no) solemos tomar de nuestro alrededor referencias que usamos en nuestras novelas.
A menudo en mis textos introduzco personajes con el nombre de alguien a quien conozco que es a quien imagino interpretando ese papel en una especie de "película mental". A menudo también algunos rasgos no sólo físicos sino también psicologicos o emocionales de esa persona empapan al pj, pero aquí me encuentro en una situación que no coincide con la que he oído relatar en varias ocasiones en entrevistas y demás.
Los escritores hablan de coger gente de su alrededor y caricaturizarlos levemente para hacerlos más novelescos. Y eso algunos que escriben obras teóricamente realistas. Yo que intento no desprenderme nunca de un cierto toco fantástico, más o menos relevante, tengo otro problema distinto: tengo que "aplanar los personajes".
Tengo amigos demasiado complejos, demasiado extraños. La mayoría no serías creíbles, soys demasiado auténticos, originales, y rejodidamente raros. Tengo que prescindir de algunos matices para poder introducir a la gente que me rodea sin que se me cree un hueco en la novela que necesite una ampliación masiva para cada pequeño "cameo". Incluso cuando aparezco yo en mi novela, a lo Breat Easton Ellis, me encuentro bastante con ese problema.

Ya me dijo alguien que la gente como yo no existe. Tendrá razón, que no existe la gente como nosotros. Tal vez por eso sólo nosotros nos entendemos. Bueno, vale, tampoco nos entendemos siempre, pero por lo menos lo intentamos.
Y además somos personas, no personajes, así que no tenemos que preocuparnos por si resultamos o no verosímiles.

Que le jodan al editor.