dilluns, d’octubre 09, 2006

Escribir sin pensar

Resulta un ejercicio curioso escribir cuando uno no se siente especialmente inspirado ni necesita desahogar por estar deprimido.
Escribir por simple placer, sin una idea concreta sobre la que trabajar. Secillamente encadenar palabras por el reto, la curiosidad, de saber qué acabará escribiendo uno.
A menudo me he encontrado, tras haber desarrollado algún experimento similar, con sorpresas que incluso al leerlas tiempo después me cuesta reconocer como propias.
No sólo no recuerdo haberlo escrito sino que ni tan siquiera recuerdo haberlo pensado.
Y es que probablemente nunca lo haya pensado.Quizá lo escribiera sin pensar.