divendres, d’octubre 06, 2006

Mi vida como aguja de reloj

Trato de adaptarme a mi nueva vida de peonza. Levantarme a las 7’30. Ir a nadar a las 8’00 para poder volver a casa, deshacer la bolsa, coger la mochila e ir a la uni tratando de alcanzar el tren de las 9’36. En clase de 10 a 14’30. Salir un poco antes para llegar al tren de las 14’33 y empezar a trabajar a las 15’00 hasta las 22’00 comiendo un bocadillo en la cocina a toda prisa. Acabar de recogerlo todo, barrer, fregar, y sobre las 22’30 llegar a casa, tras catorce horas y media de correr, nadar, estudiar y trabajar.
¿Vida social? Molestar a los compañeros de clase y repartir croasantitos de chocolate en el bar de la facultad. Charlar de vez en cuando durante algunos segundos con los clientes. Cotillear con los compañeros del curro.
Feliz rutina.
El móvil siempre en silencio, día y noche, ya no hay momentos oportunos para que pudiera sonar. Suerte que nunca he estado demasiado solicitado, y tampoco creo que vaya a empezar a estarlo justo ahora, así que tampoco parece que hubiera sonado demasiado.

3/10/06

3 comentaris:

Anònim ha dit...

trankilo hombre, puede k conozcas a alguien en el curro o en la uni y ademas de todo lo k tienes k hacer tengas k "salir"con ella no pierdas la esperanza se puede complikar mas

mauriç ha dit...

Siempre se puede complicar más, eso ya lo vemos cada día cuando hay cola hasta la puerta, la cafetería está llena y aparece alguno de nuestros personajes extravagantes favoritos.
De todos modos no espero a ninguna futura ex a corto plazo ;p

Anònim ha dit...

igual el problema és aquest..no esperis futures exs, ni a curt ni a llarg termini, sempre és millor aire fresc...al menys l'experiència a mi em diu això...a proposit, per què serem tan nostàlgics??