dilluns, de març 19, 2007

La verdad del cuento del Dinosaurio.

La genialidad del cuento de Augusto Monterroso, máximo exponente del microrrelato en español, titulado "el Dinosaurio" y que Esperanza Aguirre afirma "estar a medio leer" (poco después de haber dicho que seguía mucho el cine español, y haber sido incapaz de hacer una lista con 3 películas españolas) reside en la infinitud de explicaciones, continuaciones, prólogos y epílogos que podrían rellenar la multitud de elipsis que se esconden en la oración que constituye el cuento.

"Y cuando despertó, el Dinosaurio, aún estaba allí".

Siempre he pensado que sería un interesante tema de ejercicio para taller literario, o incluso para concurso de relatos, ampliar esa obra para llegar a la magnitud de cuento, y observar así la complejidad de la propuesta.

La más obvia, tal vez, podría ser una referida, por ejemplo, a un pequeño animalejo que huye de un dinosaurio trepando a un robusto árbol (por muy altos que fueran siempre hay árboles que llegan más arriba) y se duerme sobre la rama. Y al despertar..

Pero no todos los dinosaurios son carnívoros, ni terribles. Otra versión podría referirse a un ser monstruoso que hubiera capturado a uno y le hubiera enjaulado antes de acostarse, para zamparselo al día siguiente.

Si entramos en un mundo más parecido a Jurassick Park podríamos acabar hallando a un niño al que le hubieran regalado un dino real como mascota, y que estuviera tan emocionado que lo creyera un sueño. Pero no.

Claro que sin ser necesario entrar en un mundo jurásico podríamos contar una historia similar con un precioso dinosaurio de juguete.

¿Y si podría ser un juguete porque no una metáfora?
Algo así como "Se dormitó en el sofá viendo la tele mientras esperaba esa llamada. Cuando despertó, Maria Teresa Campos seguía en la pantalla."

Ésto me lleva al caso que imagino como definitivamente verdadero, mi propio relato real sobre el cuento, mi explicación última propia, personal e instransferible.
Mi lectura, mi reescritura.

Y cuando el pobre obrero gallego despertó, tras pasar casi tres lustros en coma, Don Manuel Fraga Iribarne, aún estaba ahí.

3 comentaris:

Sheila ha dit...

Un altre versió. El dinosaura es va despertar i no s'havia mogut del lloc.

mauriç ha dit...

La idea deu ser bona, perquè el primer que he pensat és "Merda! Com és que no se m'havia acudit!"
Si això hagués estat un exercici de classe segurament haguessis tret millor nota que jo ;)

Anònim ha dit...

por dios... resulta que Monterroso hizo algo corto.. que tú lo destruyes hablando taaanto de él.

DÓNDE ESTÁ EL ARTE DE LA BREVEDAD?

NO HAGAS AUTOPSIA DE UN TEXTO TAN BREVE Y FANTÁSTICO SOLO DETENTE A DISFRUTARLO ... NADA MÁS....

Ya nos sobra el Ulises para hablar algunas hojitas de él..

bye bye